Cuando al holandés Wiebe Wakker le dijeron que un coche eléctrico no sirve para hacer un viaje, decidió probarlo. Y esa idea acabó convirtiéndose en ‘Plug Me In’, una aventura que le ha llevado a viajar, durante tres años, por treinta y cuatro países.
Esa aventura ha llegado a su fin tras haber realizado más de 100.000 kilómetros sin haber utilizado un solo litro de combustible fósil. El final fue en Bluff (no haremos chistes), situada en Nueva Zelanda, donde celebró haber finalizado su viaje a los mandos de ‘Blue Bandit’, su Volkswagen Golf modificado para ser 100% eléctrico.
Un viaje en el que ha contado con la colaboración de muchos ciudadanos, que durante su expedición recibió ofertas de comida o cama gratis, electricidad para cargar su coche… lo que necesitara para completar esta bonita aventura.
Un viaje bonito, pero un reto complicado, ya que hubo zonas en las que sufrió bastante. En Australia, por ejemplo, se quedó tres días tirado por falta de suministro eléctrico. Al parecer, allí es muy complicado encontrar puntos de carga y no pudo moverse hasta que consiguió que alguien le remolcara. De hecho, en Nueva Zelanda, aseguró que Australia estaba “en el Medievo” a la hora de hablar sobre electrificación.
La única pena es que Wakker no puede solicitar pasar a la historia dentro de los récord Guinness, ya que su coche está modificado y eso está fuera de las normas del certamen. “Un día, definitivamente, me compraré un coche eléctrico”, aseguró, tras esta aventura. Y mira que pudo acabar “hasta el gorro” de este Volkswagen Golf.
Esta es otra aventura más, aunque sin duda la más exigente y duradera, de las muchas que hay en el mundo del coche eléctrico. ¿No leísteis la de George Tepee? Este hombre que viajó desde Laguna Niquel hasta el norte de Canadá en un Tesla Model S ¡No tiene desperdicio!
