Hablar de coches eléctricos, como el Nissan Leaf, casi siempre lleva implícita alguna connotación tecnológica, como el protagonista de hoy, el e-Pedal. Unas nos suenan a ciencia ficción como la conducción autónoma y otras, simplemente ni se nos habían ocurrido. La industria de los automóviles “fósiles” se queda a la zaga y muchas de estas tecnologías ni siquiera se verán en sus cadenas de producción.
¿Qué es el e-pedal o pedal único del Nissan Leaf? ¿Cómo funciona?
Nissan, con el nuevo Leaf (segunda generación 40 KW) quería aprovechar al máximo el rango de su frenada regenerativa al punto de convertir el pedal del acelerador en pedal único (e-pedal). Sí, has leído bien, para conducirlo puedes elegir usar los dos pedales tradicionales (freno/acelerador) o simplemente modular la presión en el pedal del acelerador.
Con el simple gesto de levantar el pie del acelerador, el Leaf frena lo suficiente para poder parar por completo, siempre que circulemos a velocidades normales. Pero tranquilos, en caso de necesitar una frenada más brusca o de emergencia siempre tendremos operativo (en su sitio) el pedal del freno.
Esto que suena tan sencillo tiene su complejidad técnica y Nissan lo ha bordado, no tanto por la capacidad pura de recarga regenerativa que sigue siendo de solo 30 kW, pero sí en el tacto y precisión que este sistema nos transmite.

Como detallamos, el e-Pedal del Nissan Leaf aprovecha al máximo el poder regenerativo con el fin de aumentar la autonomía. Pero este simple gesto de levantar el pie del acelerador en ocasiones se tiene que apoyar en el sistema de frenos convencionales (discos ventilados delanteros y discos traseros) para conseguir siempre el mismo tacto y poder de retención real independientemente del nivel de carga de la batería o el desnivel por el que circulemos.
Debemos tener en cuenta que la batería del Leaf no llega a “admitir” el 100 x 100 de esos 30 kW de recarga regenerativa hasta que su capacidad no está por debajo del 80%. Por otro lado a muy baja velocidad solo “frenará” con los discos de freno sin ningún poder regenerativo. Esto es común a cualquier coche eléctrico, valga la aclaración y el Nissan Leaf no deja de ser uno más.

Si queremos dejar conectado de forma permanente (mi caso) el sistema e-Pedal, debemos activarlo por defecto en el menú de configuración del coche. Si no, cada vez que “encendamos” el coche iniciará su marcha sin e-Pedal, al igual que lo haría cualquier coche normal.
Con el e-Pedal activado, las luces de freno se encenderán ante la más mínima insinuación de nuestro pie derecho.
¿Es nuevo el e-pedal? ¿Lo ha inventando Nissan para su Leaf?
A diferencia de los potentes frenos regenerativos que incorporan la mayoría de los coches eléctricos modernos como el BMW i3, Audi e-Tron, Mercedes EQC o el recién presentado Porsche Taycan que anuncia hasta 0.4G de fuerza en su deceleración regenerativa, el Nissan Leaf si se detiene por completo.
Por ejemplo, al decelerar ante un semáforo todos los coches eléctricos citados casi pararan por completo solo con levantar el pie del acelerador pero en los últimos metros hay que pisar el freno para evitar que el coche siga avanzando. Por tanto, acabará frenando como siempre, pisando el pedal de freno. El e-pedal de Nissan va un paso más allá y permite no solo decelerar igual que el resto, también parar por completo el coche en un semáforo e iniciar la marcha sin haber tocado en ningún momento el pedal de freno.

Desconocemos en el momento de escribir este artículo si el motivo por el que el Nissan es el único “parador monopedal” es un tema de patentes o simplemente el resto de las marcas han querido poner freno a tanto avance.
Por consiguiente, algunos de sus competidores incluso pueden presumir de tener más capacidad de recarga regenerativa al levantar el pie del acelerador, pero el Nissan Leaf es el único que nos dejará clavados con un solo pedal. El concepto “e-Pedal” es una tecnologïa Nissan de vanguardia.
En ciudad
Sin duda la ciudad parece el mejor escenario para conducir un coche eléctrico con un solo pedal. Avanzar, frenar, parar y volver a reanudar la marcha son actos reflejos que todos tenemos interiorizados pero no dejan de ser gestos que conllevan un cierto desgaste cognitivo. ¿Quién no desearía teletransportarse para salvar un atasco interminable? Conducir un Nissan Leaf con el e-Pedal activado por una ciudad resuelve “inconscientemente” varios gestos. Para empezar conducimos un coche sin cambios y para terminar solo tenemos que modular la presión de nuestro pie derecho. Así de sencillo y fácil es conducir un Nissan Leaf e-Pedal.
La verdad, resulta extremadamente fácil modular la frenada. Los primeros días, nos encontraremos a nosotros mismos jugando como un niño a soltar el pie del acelerador y lograr parar el Leaf justo en la raya del semáforo para luego subir el nivel del juego pasando a hacerlo con la distancia del coche de delante.

¡Qué vergüenza! ¿os imagináis si llegamos a marcar el parachoques del coche que nos antecede y, al rellenar el parte, le contamos al contrario que íbamos jugando al “para y detente donde yo digo”?
Tranquilos, este alcance sería poco probable, el Nissan Leaf es un coche nivel 2 de conducción semi-autónoma. Él mismo, como coche “adulto y responsable” frenará por nosotros. Reconozco que, los primeros días me daba algún que otro “subidón” poniéndolo a prueba. Bromas aparte, el sistema e-pedal es muy intuitivo, en un par de días nos haremos con los mandos de la frenada monopedal y miraremos al resto de los coches con una cierta distancia… de seguridad.
Maniobrando en un garaje o aparcando
El e-Pedal de Nissan es conectable y desconectable a golpe de botón. De hecho, por defecto viene desconectado. Al principio, aparcar o moverme por un garaje a muy baja velocidad me resultaba raro. Con un tacto algo brusco, en las distancias cortas temía por los parachoques. Con el paso de los días he aprendido a manejar el vaivén que produce el e-pedal a tan baja velocidad y lo llevo conectado incluso jugándome los retrovisores ante una columna. Por supuesto las alertas sonoras y la cámara con visión 360º ayudan mucho en estas circunstancias y te permiten explorar los límites de los parking más estrechos.
Más allá del ámbito urbano ¿Cómo funciona en carretera?
A priori podría parecer que su territorio exclusivo es la gran urbe pero, este sistema de pedal único tambíen se adapta con mucha soltura a carretera abierta. Es totalmente válido tanto para autovías como carreteras secundarias de montaña, siendo una auténtica gozada bajar un puerto que, por empinada que sea su pendiente, el e-pedal, aquí sí, apoyado a tope por sus 4 discos de frenos, sigue decelerando igual que en la ciudad. Ríete de la máxima retención que puedes conseguir con un coche térmico pasado de vueltas apunto de sacar las válvulas por la culata.

Si os gusta ir “ligeros” por carreteras secundarias, más allá de que la suspensión no nos acompañe en estas lindes, os diré que es muy fácil acostumbrarse a ese juego “piso-suelto” que tanto ayuda a inscribir la parte trasera del Leaf, colocando a nuestro antojo su pesado pero bajo reparto de masas.
¡Pero bueno! ¿he sacado al Nissan Leaf de la ciudad y ya lo quiero meter en un circuito? perdón. Es tan silencioso…
Conclusión
Tras usar casi a diario un Leaf 40 KW me declaro un usuario e-Pedal convencido. Es más, desearía que el e-Pedal fuera un paso más allá y viniera equipado con varios niveles de potencia. ¿Por qué no llegar a clavar los frenos en seco si levantamos el pie de golpe?
Sin duda es un primer paso. No olvidemos que el Nissan Leaf 40 kw, como buen coche eléctrico, cuenta con un pedal de freno convencional que, como ocurre en la mayoría de los coches eléctricos, dista mucho de tener un buen tacto de frenada. Por otro lado, el e-Pedal nos transmite un tacto “virtual” que supera con creces al del pedal físico. Vosotros ¿con cuál os quedarías?
Algún día todos los coches frenarán así.