Salvo en el precio de compra, los vehículos eléctricos ofrecen una serie de beneficios que ningún otro tipo de coche puede dar. Un mantenimiento casi nulo (ya os lo contamos a través de un taxista que recorrió casi 400.000 km con un Nissan Leaf), un coste de repostaje mucho más bajo (aquí podéis verlo) y además, una serie de ventajas fiscales aplicadas en exclusiva al coche eléctrico.
Estas ventajas fiscales pueden hacer que a largo plazo, un coche eléctrico te salga más barato que uno convencional. Todo es sentarse, hacer números y valorar no solo el precio directo de compra, si no también todos los gastos que vienen a continuación, que no son pocos precisamente.
Impuesto de matriculación: una de las grandes ventajas fiscales para el coche eléctrico
Un coche eléctrico está exento de pagar este impuesto, ya que se calcula en función de las emisiones de CO2 que genere el vehículo. En el caso de los coches eléctricos, al no emitir CO2, no pagan nada, al igual que los coches que emiten menos de 120 g/km.
<120 g/km de CO2 | Exento de impuesto |
121 – 160 g/km de CO2 | 4,75% sobre la base imponible del vehículo |
161 – 200 g/km de CO2 | 9,75% sobre la base imponible del vehículo |
>200 g/km de CO2 | 14,75% sobre la base imponible del vehículo |
En un coche de 40.000 euros sin el IVA aplicado, porque este impuesto se calcula sobre la base imponible, en caso de ser eléctrico ahorrarías como mínimo 1.900 euros frente a un coche que se ubique en la franja ubicada entre los 121 y los 160 g/km de CO2.
Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica o impuesto de circulación
El impuesto de circulación es variable, ya que esta depende de la ciudad o municipio donde vivas. Pero en algunos casos, puede tener hasta un 75% de bonificaciones si decides comprar un coche eléctrico. Mira cuánto pagarías en tu municipio y cuanto ahorrarías, siempre recordando que este es un impuesto que se paga de manera anual.
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
Si el coche eléctrico en cuestión es de empresa, es decir, que es la compañía quien compra este coche para que lo usen sus empleados, también cuenta con ayudas fiscales. En concreto, el IRPF que pagaría la empresa por poseer ese vehículo se reduciría en un 30%, por lo que obtener una flota de coches eléctricos puede salir, a la larga, más rentable que comprar uno de combustión.
Sucede lo mismo con los vehículos de batería extendida y los híbridos enchufables con autonomía superior a los 15 kilómetros (es decir, todos).
Las ayudas y subvenciones no son ventajas fiscales para el coche eléctrico, pero pueden venirte muy bien
Normalmente, el Gobierno Central destina una partida presupuestaria que las Comunidades Autónomas reparten entre sus ciudadanos de una u otra forma. Pero lo cierto es que hay ayudas muy jugosas que pueden abaratar la compra de tu vehículo eléctrico.
Conócelas bien y cuenta con ellas a la hora de calcular cuánto te costaría el coche y cuánto ahorrarías con él… igual, a la larga, sales ganando dinero con un coche eléctrico. Eso sí, ten cuidado con la declaración de la renta una vez solicites esta ayuda… porque como os contamos, tienen trampa.