El Ayuntamiento de Madrid, allá por el año 2014, inauguró por todo lo alto una propuesta revolucionaria: “reciclar” el excedente de electricidad de las catenarias del Metro de Madrid producida en la frenada de los trenes para reconvertirla en energía limpia y ofrecerla a través de un punto de carga.
Una innovadora forma de lograr una recarga rápida acababa de nacer en la ciudad de Madrid. Este único punto de recarga es (era) totalmente gratuito y se convertía en parada habitual para taxistas y resto de e-usuarios madrileños. En EVpro tuvimos ocasión de comprobar que la carga era realmente rápida (año 2017 50KW) y estable durante todo el ciclo.
Apenas duró unos meses funcionando con normalidad. Luego, llegaron las pérdidas de tensión y las averías. Su funcionamiento fue tan intermitente como innumerables son las paradas del Metro de Madrid.
Hace más de un año dejó de funcionar definitivamente, quedando totalmente abandonada a su suerte con claros signos de deterioro. Al verlo, en la actualidad, contrasta la suciedad de este “surtidor catenario” con las brillantes y “activas” placas verticales que acotan la zona reservada para estacionamiento durante el proceso de recarga.

Tanta limpieza lleva a confusión a los incautos usuarios que, una vez aparcados, al abrir la tapa del puerto de recarga de su vehículo eléctrico comprueban que no sale ni un electrón de la gruesa manguera que todavía conserva esta metrolinera de la calle Dr. Esquerdo. Una pena que un proyecto tan innovador y revolucionario como ha sido la Metrolinera de Madrid, haya quedado aparcado en el andén.
Lo peor es que tanto Google como algunas aplicaciones móviles siguen dando este punto de carga en Madrid por “activo”, con horario, ubicación y foto desactualizada. Hace unas semanas tuvimos la ocasión de comprobar que el óxido y la suciedad siguen marcando el paso del tiempo, sin recargas.