El mantenimiento de un coche eléctrico es, a priori, mucho más barato que el de un coche de combustión tradicional. Su mecánica es mucho más sencilla y además, sus piezas de desgaste no tienen tanto gasto.
En EVPro ya contamos la experiencia de un taxista de Zaragoza, el primero en utilizar un coche eléctrico para realizar su trabajo. Y en casi 400.000 kilómetros, no cambió una sola vez las pastillas de freno, mientras que los juegos de neumáticos (aunque por hay digan lo contrario) le duraron lo mismo que en un coche convencional.
Además, estos coches carecen de aceites (por tanto no hay que sustituirlo) en el motor, que es donde más desgaste sufren. Aunque sí lleva otro tipo de aceites que habrá que sustituir, aunque de forma menos habitual.
Tampoco cuentan con caja de cambios, ya que el motor eléctrico realiza la función de este elemento. Por tanto, el desgaste de embrague es inexistente porque NO HAY EMBRAGUE.
El filtro antipartículas tampoco hay que revisarlo, por lo que a la hora de pasar la revisión, no serán necesarias tantas pruebas. Ahí, en esa factura, también ahorrarás unos cuantos euros. Algunos estudian que el mantenimiento de un eléctrico es hasta un 80% más económico… y entendemos por qué afirman esto viendo esta serie de datos.
