La electrificación sobre dos ruedas ya tiene un nuevo referente. Una moto eléctrica que ha roto todos los récords de velocidad. Porque el equipo Mobitec, durante los Speed Trials, ha firmado los 329 km/h sobre el desierto de sal de Bonneville, de Utah (Estados Unidos).
Se trata de un lugar idílico para este tipo de pruebas. De hecho, el récord de velocidad de una moto de menos de 1.000 cc también se estableció ahí (la Kawasaki H2, que alcanzó los 337 km/h). Esto se debe a que es un espacio gigantesco, con un firme plano y estable sin ningún tipo de obstáculo que ponga en riesgo la vida de los pilotos.
Se trata de un récord que se lleva persiguiendo desde hace mucho tiempo y que rompe con gran diferencia el que firmó la que hasta ahora reinaba en el mundo de la velocidad de las motos eléctricas. Fue el piloto Chip Yates con una SWIGZ.com en 2011, firmando los 306,74 km/h.
Y desde 2014, Mobitec ha intentado batir el récord, con una historia negra detrás que ahora parece menos oscura, una vez se ha logrado esta marca histórica. De hecho, el año pasado este equipo estuvo cerca de lograrlo. Cuando el piloto Kaz Mazutani llegó a los 296 km/h, sufrió una grave caída que le provocó una lesión en su muñeca. Aún sigue en plena recuperación.
En su lugar, el japonés Ryuhji Tsurata fue el encargado de citarse con la historia de las motos eléctricas. Dos pasadas en total, sin cabina protectora y con una moto que pesase más de 300 kg. Esas eran las condiciones que debía cumplir Mobitec para que el récord fuese homlogado. El récord sería la media lograda entre las dos pasadas.
En la primera, Tsurata firmó una velocidad de 329,085 km/h y en la segunda, el de esta moto eléctrica tiempo fue casi idéntico: 329,319 km/h, por lo que el récord se sitúa un poco por encima de los 329 km/h. Así, destrozó el récord de Yates por más de 20 km/h y no solo eso, logró el objetivo que se había marcado Mobitec: superar los 320 km/h sobre esta pista. ¡La electrificación cada día se supera más y más!