Los combustibles fósiles están en declive. Esto se debe a que la energía solar y eólica es mucho más eficiente: pueden producir, con el mismo coste, siete veces más energía. Así lo afirma Mark Lewis, director mundial de análisis de sostenibilidad en la unidad de gestión de activos de BNP Paribas. Por tanto, el barril de petróleo tendría que reducir su coste.
Esto es una afirmación pensada para el largo plazo, tiene que bajar para no caer en la obsolescencia hasta los 10 dólares por barril de petróleo (ahora se sitúa en los 55 dólares en Estados Unidos). Lo mismo sucede con el diésel, que necesitaría reducir su coste hasta los 17-19 dólares.
Lewis cataloga las energías renovables como “irresistibles en los próximos diez años” debido a su eficiencia. Esto las convierte, al mismo tiempo, en más rentables, ya que con el mismo coste, se multiplicaría por siete la energía vendida.
Eso sí, habla de largo plazo. Al fin y al cabo, el mundo lleva utilizando petróleo durante más de un siglo y las infraestructuras giran en torno a esta fuente de energía. Pero sí insta al cambio paulatino, ya que los hogares, poco a poco, adaptarán su modelo de vida a este nuevo uso de la energía.
Según Lewis, la energía eólica y solar tienen mucho camino por recorrer: en 2018, solo sirvió para suministrar un 3% de la energía utilizada en el mundo, mientras que el petróleo acaparó un 33% del mercado.
Por tanto, podríamos considerar que los países que se están adaptando a este tipo de suministro ganarán puestos entre los vehículos más avanzados del mundo.